El yoga es una ciencia milenaria que aporta múltiples beneficios para la salud, obtenidos con la práctica semanal mantenida en el tiempo:
- Regula el ritmo cardiaco
- Reequilibra la tensión arterial
- Mejora la circulación sanguínea
- Favorece la conciliación del sueño
- Seda los nervios, combatiendo el estrés y la ansiedad
- Proporciona masaje a los órganos internos (hígado, vesícula biliar, páncreas, riñones…) mejorando su funcionamiento
- Previene los desequilibrios hormonales, etc
El yoga físico, a diferencia de muchas otras disciplinas, no es competitivo. No importante que el practicante de nuestro lado sea más o menos flexible, más o menos rápido. Simplemente cada uno es como es y hace lo que puede hacer. Desde esta premisa conseguiremos alcanzar los beneficios físicos y mentales inherentes a la disciplina yóguica.
La sesión de yoga está conformada por
- ejercicios iniciales para tonificar los músculos, evitando así cualquier molestia o dolor,
- posturas (asanas),
- técnicas de respiración y
- relajación final dirigida.
Indicado en todo caso y para todo tipo de personas, es el complemento perfecto de cualquier otra actividad, logrando gracias a él una mayor eficacia e integración en la realización de la misma.
Así planteado, en realidad ¿para qué sirve el yoga físico?:
Para aquellas personas cuyo esfuerzo laboral desborda literalmente todo su sistema nervioso (estrés): proporciona un estado de relajación tanto física como psíquica, que no sólo tranquiliza al practicante durante la sesión sino que además le proporcionará un permanente estado mental equilibrado y saludable. Para las amas de casa que caen en la desidia de la rutina, sintiendo que están desfasadas y apartadas de la vida: aportando la serenidad para reconocer que cualquier actividad (incluyendo la meramente doméstica) hecha desde el corazón, está plena de contenido. Más allá de los propios beneficios físicos de las posturas: mayor elasticidad, mejora de los procesos respiratorios, circulatorios, nerviosos…..Para los estudiantes que se enfrentan a la continua tensión de los exámenes: agilizará su mente, su capacidad y claridad de pensamiento, añadiendo además un profundo conocimiento corporal que les hará sentirse más cómodos e integrados consigo mismos a todos los niveles. Para los deportistas que tan delicado equilibrio han de mantener, soportando la tensión del entrenamiento y –en su caso- de la competición: comprobarán la mejora de su resistencia, flexibilidad, concentración y capacidad de reacción propia de tales profesionales. Para los ancianos: recuperarán la sensación de estar vivos aquí y ahora, sintiéndose reincorporados a una sociedad que tiende a aislarlos, y –claro está- aceptando su estado propio de la edad, siendo mejorado visiblemente con la práctica cotidiana.
Cualquier consulta o aclaración sobre su situación personal para valorar la práctica de yoga puede realiza en nuestra Escuela (E.Y.T.A.) con sede en el Herbolario Cosecha de Otoño de Pozuelo.